Si faltaba algún hecho o indicio para corroborar la profunda división que aqueja al movimiento obrero organizado en Río Negro, es el verdadero paso al frente que dio días pasados el secretario general del sindicato de Choferes de Camiones de Río Negro y titular de la CGT provincial, Rubén Belich, al haber lucido su estampa junto al intendente de General Roca, Martón Soria, el más acérrimo enemigo y crítico del gobernador Alberto Weretilneck . La visita a los pagos del hijo del ex gobernador Carlos Soria, no se debió a los festejos del aniversario fundacional, y mucho menos a una casualidad.
El operativo estuvo premeditado y Rubén Belich, un dirigente peronista respetado en los ámbitos políticos, dio a conocer “urbi et orbi” que así como apoyó al radical Miguel Saiz durante ocho años consecutivos, se apresta a hacer lo mismo con Martín Soria quien no oculta que aspira a reemplazar a Weretilneck en el 2017.
En alguna medida se volvieron a reactualizar las actitudes refractarias e irreconciliables entre Belich y Rubén López, el titular de la Mesa Sindical Rionegrina, la otra central provincial, un peronista que dio el salto a Juntos Somos Río Negro, legislador provincial y aliado del gobernador Weretilneck.
Es decir el otro rostro de la CGT bicéfala, dato demostrativo que por estos pagos no ha cundido el ejemplo nacional, donde la fórmula de un triunvirato en el máximo nivel posibilitó la síntesis sobre las diferencias.
Es que el pleito de Belich con López viene de lejos y lo arrastran como a sus respectivas sombras. Es que el camionero apostó sus fichas a Miguel Pichetto gobernador en el 2015 mientras que López se jugó con Weretilneck y se apresta a seguir acompañando el titular del Poder Ejecutivo si hay reelección, manteniendo la secretaria general del gremio de la fruta donde recientemente logro ser elegido nuevamente como titular.
A los intentos
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del flamante secretario de Trabajo, Lucas Pica, de impulsar la unidad del movimiento obrero y algunos sondeos para que los dirigentes de la primera fila dieran un paso atrás para favorecer el parto de una conducción colegiada, movimiento del que no estuvo ajeno Juan Carlos Scalesi de la UPCN, Belich puso como condición el simultáneo retroceso de López.
Éste último le confesó a la agencia APP que "si Belich quiere sumarse a la unidad, que lo haga pero no puede poner condiciones a nadie”. A partir de ese momento el camionero eligió el bando de Soria a modo de protección política para no quedar aislado, y le ha sido funcional al intendente de Roca de reaparecer en el escenario público con un aliado importante después de varios meses de prudente silencio. Se estima que a partir se ahora y de haber capitalizado en su favor la oposición al trazado de varios segmentos de la ruta 22 que perjudican ciudades del Alto Valle, por obra y gracia de los genios de Vialidad Nacional que fueron para adelante a pesar de ser advertidos, seguirá cultivando su perfil del primer opositor, especulando que las cosas no le vayan bien ni al gobernador Weretilneck ni al presidente Macri. No es casual en este marco que el Justicialismo sesionara en Villa Regina y acordara poner en marcha la maquinaria partidaria, acordándose una reunión de la conducción con el bloque del FpV y el congreso para el 15 de octubre. ¿El gambito de Belich significa que Soria se apropió de la mitad de la CGT? Si bien esa traslación fue un golpe político favorable, ninguno de los dirigentes gremiales rionegrinos tiene la suficiente representatividad en el mundo del trabajo para volcar gremios hacia un lado o hacia el otro. Y ni hablar de la escasa consideración que tienen en las amplias capas sociales medias de la sociedad rionegrina donde influyen muy poco y nada. No debe olvidarse que con los sindicatos enfrente, salvo algunos que juegan al mejor postor, aunque con la camiseta peronista según la ocasión, y como ha quedado demostrado, la UCR de Río Negro ejerció el poder 28 años. De todas maneras ya ha empezado el alineamiento hacia el 2017, y los jerarcas sindicales rionegrinos como la totalidad de la dirigencia política están mirando atentamente lo que sucede en Buenos Aires, para no quedar con el paso cambiado, especialmente los peronistas, que tendrán que elegir entre el kirchnerismo, la nueva renovación peronista, el frente renovador,o lo que encuentren a la pasada para no quedar a la intemperie, tan insolidaria y cruel como siempre. Los gremios también se alinearán según sus conveniencias en cada una de las CGT, donde no se pronostican muchas variantes de la situación actual.(APP) |
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