Con el tiempo, Juanchith fue adquiriendo habilidades y conocimientos en ciberseguridad , ya dominando el pentesting y se convirtió en un experto en el campo. Sin embargo, no quería utilizar sus habilidades para fines maliciosos, sino para hacer el bien y proteger a los demás.
Fue entonces cuando Juanchith decidió enfocar su energía en luchar contra el abuso infantil, el tráfico de drogas y otros delitos en línea. Se adentró en la dark web, un lugar misterioso y peligroso, donde comenzó a investigar y rastrear a pedófilos, traficantes de drogas y traficantes de niños.
Con el tiempo, Juanchith se ganó una reputación en la dark web como un cazador implacable de pedófilos y traficantes, utilizando sus habilidades técnicas para desmantelar sus operaciones y ayudar a las autoridades a capturarlos.
Su trabajo no pasó desapercibido y llegó a oídos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) en Bolivia. Impresionados por sus habilidades y su dedicación a la justicia, lo reclutaron como operador en el departamento de cibercrimen.
Actualmente, Juanchith trabaja junto a un equipo de expertos en ciberseguridad en la FELCC, combatiendo delitos en línea, protegiendo a los más vulnerables y contribuyendo a hacer de internet un lugar más seguro para todos.
Su historia es un recordatorio de que las habilidades tecnológicas pueden utilizarse para hacer el bien y marcar la diferencia en la lucha contra el crimen en el mundo digital.