- MANO A MANO CON EL EX FISCAL CARLOS LOPEZ SOBRE EL NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL -

27-08-2016 |

 

En el marco del proceso de la reforma del Código Procesal Penal, la oralidad y la despapelización del Poder Judicial, el nuevo sistema presenta enormes desafíos para los actores judiciales. El ex fiscal de Cámara Carlos López, que pronto dará una charla abierta sobre el tema, analizó para El Cordillerano los puntos más salientes de la reforma.

 

Se trata de modificaciones radicales, un profundo cambio cultural que pone a jueces a juzgar y a fiscales a investigar y que plantea el enorme desafío de la inmediatez y agilidad, según destaca López. La implementación del nuevo Código, prevista en dos instancias a partir de marzo de 2017 y enero de 2018, requiere la creación de nuevas estructuras judiciales, recursos, infraestructura, capacitación y otros aspectos destacados. Nada de eso está asegurado hoy y las luces de alarma empiezan a encenderse. Pese a ello, quienes toman las decisiones, aseguran que no se modificarán las fechas de implementación y que todo está encaminado.

La aplicación del nuevo Código Procesal Penal alcanza aspectos procesales, nuevas estructuras administrativas y la gestión de la Justicia Penal y propone un “cambio de hábitos, un cambio en la forma de trabajar, implica un cambio normativo y un cambio de comportamientos”. Para López, la capacitación será vital para los operadores directos del sistema.

Explica el ex fiscal de Cámara que “En ningún lugar del mundo, el sistema penal, por perfecto que sea, puede acaparar y resolver todo lo que recibe. En todos lados entra un universo de cien, el primer 50 por ciento es hojarasca, no sirve, se desecha, en otro 25 por ciento no hay fundamentos o pruebas y se trabaja con el 25 por ciento restante, del que finalmente un 3 o 4 por ciento es lo que llega a los juicios. Condenas hay muy pocas”. Ayudado por esos números, López advierte que “El sistema no es eficaz para nada. Este sistema es arcaico, anacrónico. Yo lo digo siempre y me critican pero no es porque se me ocurra, no le tengo que agradar a nadie, no tengo que hacer mérito para nada, no estoy buscando ningún cargo ni político ni judicial porque estoy jubilado y tengo mis problemas suficientemente importantes”.

Un sistema ágil y democrático

“Implementarlo así como están dadas las condiciones es un avión en el que el piloto se desmayó, ¿Quién lo va a pilotear?” Pregunta López y responde “Ahí está el tema de la pasividad o la indolencia de los tres Poderes del Estado. Desde adentro discutí mucho sobre esto. Acá creen que gritar más fuerte es lo que te hace más eficiente y te van a respetar más. Siempre fui minoría estando adentro”.

Sostiene que “Si se cumple todo lo que dice la ley, no van a poder cumplir con los plazos”, apuntando además que la resistencia interna es uno de los escollos más difíciles para sortear, pero aún así, funcionando adecuadamente, “el camino nos lleva a ser más ágil y más democrático, si es bien hecho. Estoy convencido de que es así”. 

Uno de los aspectos clave a considerar cuando se habla de la reforma del sistema procesal, es la oralidad. Consecuentemente, será vital contar con salas de suficientes para atender las audiencias que deberán realizarse ante cada paso de una causa judicial y, fundamentalmente, la coordinación de esas actividades. López explicó que “Este sistema se basa en salas de audiencias, porque todo es oral, todo tiene que ser a la vista del ciudadano y de la prensa, si una persona es detenida hoy, mañana se hace una primera audiencia”.

Dentro de ese esquema, el histórico expediente de papel no existe más y a criterio del ex fiscal “no debe existir más”. Argumenta que “El sistema inquisitivo que está vigente hoy, que es de una instrucción escrita y secreta, es extraordinariamente indulgente con los jueces ineptos, con los brutos, con los ignorantes, porque te permite trabajar encerrado en tu despacho y escribir y pegar cosas de sentencias que después no las entiende nadie”. Las reglas del nuevo sistema además plantean un enorme desafío para los abogados, que también deberán tener destrezas y estar preparados para litigar oralmente.

Las cinco etapas del nuevo sistema

Según explica López, el nuevo proceso tiene tres partes muy importantes. “Una primera, preliminar, una intermedia cortita y después está la etapa de juicio”. Las otras dos que completan las cinco instancias, son la de impugnación y ejecución.

“La etapa preliminar que hoy es escrita, secreta, engorrosa y llena de papeles, permite también la delegación de funciones. Delegan en empleados las declaraciones indagatorias, proyectos de procesamientos, al empleado más hábil le piden que escriban los procesamientos y demás”, asegura López.

Los jueces de una sola categoría

El código establece la existencia de un colegio o foro de jueces. “Acá no hay instancias, hay jueces de una sola categoría. No hay más juez de Instrucción, Correccional o Cámara, el juez es juez”, asegura López y agrega “Hoy puede estar en una audiencia menor, de unas lesiones leves, o de excarcelación y todo fijado por un cronograma que establecerá la Oficina de Gestión Judicial. En ese esquema, no habrá más secretarios”.
Luego explica, “Ocurre lo de siempre, los coroneles quieren ser generales y los generales no quieren bajar a coroneles. Pero un día tendrán un caso relevante y otro día quizás no, y ahí nacen los problemas”.

“Hay un falso concepto que está girando, en los que no han leído nada y que son duros de entender, no es que los jueces no van a hacer nada, ahora van a tener que resolver en el instante y para eso van a tener que estudiar, ese es el problema. Hoy es fácil decir me llevo el expediente y me voy a resolver afuera y si no lo sé, copio alguna cosa”, plantea con el conocimiento del caso.

“El gran desafío es para los jueces que al tener que resolver de manera instantánea e inmediata en las audiencias, van a tener que también estar preparados en lo que significan los hechos. Y van a tener más audiencias y si le toca a la tarde, tendrán que ir a la tarde y si le toca domingo, tendrán que ir el domingo. El código dice 24 horas y no más, para la audiencia de control de detención. Y son 24 horas”. Por otro lado, la costumbre es tan fuerte que López vaticina que los jueces “No se van a querer desprender de los expedientes, le van a querer robar lo que armen los fiscales”.

Los abogados

A criterio de López, “quienes van a tener que estar más preparados son los abogados litigantes. Ellos van a tener que presentar la prueba y lo que se llama la teoría del caso, que para ser sintético lo podemos definir como una lente, o un punto de vista mediante el cual se debe lograr que el juez o el jurado más adelante, vea con esa lente, la tuya, no la del otro”.

“Van a tener que saber presentar la prueba, elaborada en la etapa preliminar y que ya no es escrita. Van a poder dialogar informalmente con el testigo y anotar en un papelito y decir usted me dice que justo asomó la cabeza a la ventana y vio que salía fulano y le dio la puñalada ¿Vio usted desde qué distancia? Yo lo voy a llamar al juicio, ¿usted está dispuesto a ir? y sino persuadirlo con otras herramientas.”

Todo eso durante el armado del caso, para luego llevarle la acusación al juez y decirle “yo voy a pedir el juicio contra fulano de tal, tengo tal testigo que dice que lo vio, tengo tal prueba científica, un informe forense. Pero todo oral, no entra más ningún papel al juicio sino viene adosado a una persona que lo suscriba y hable durante el juicio”.

Con la aplicación del nuevo sistema, hasta cambia el modo de interrogatorio. Será directo, luego un contra interrogatorio y hasta está permitido que la defensa haga preguntas capciosas en ese aspecto, cosa que ahora estaba prohibido.

Policía amateur versus Agencia de Investigaciones Penales

El ex fiscal López considera este aspecto como el gran agujero negro del universo y paradójicamente, lo entiende como el punto fundamental del nuevo sistema penal.

“La Agencia de Investigaciones Penales o Policía Judicial no existe y no va a existir en los próximos seis meses. No lo han hecho”, alerta y aclara: “Si los fiscales no tienen una policía medianamente profesionalizada, un equipo técnico, no van a poder llevar adelante el sistema. No existe más otra cosa. Cada caso que van a llevar se van a encontrar sin prueba, además le corren los términos o plazos procesales”. Pero el armado del cúmulo de elementos probatorios para hacer la acusación, va a resultar difícil por el tiempo escaso de preparación previsto, lo que dificultará aún más la tarea y plantea serios interrogantes. “No estaría mal si tuvieran todas las herramientas”, asegura López y añade: “Esto funcionaría bien en Canadá, en Bélgica o Australia”.

La regla es la libertad y la prisión es la excepción

“Va a venir un tipo por homicidio, mató a la mujer o al que sea, va a venir el abogado y va a decir, vive hace 40 años en Bariloche, tiene un comercio, sus hijos, sus amigos, tiene toda su vida acá, no se va a fugar, en el expediente se tomaron las declaraciones que se tienen que tomar y no va a entorpecer la investigación. Y lo van a tener que excarcelar porque la jurisprudencia de la Corte Suprema estableció que hay sólo dos causales para una prisión preventiva. Para dejarlo detenido tenés que probar que el tipo se va a fugar, que tenía el auto listo, o los pasajes o alguien sabe fehacientemente. O que va a entorpecer la investigación si todavía no tomaste declaraciones y los testigos están vinculados a él, pero la regla es la excarcelación.”

La habitual reacción social ante la excarcelación de detenidos plantea serios interrogantes en este sentido. López advierte que “La gente tampoco distingue la prisión preventiva y la condena. A mí me gustaría que en la escuela secundaria enseñen dos garantías a los chicos. Nada más que dos garantías: el derecho de defensa y el principio de inocencia, cuando son adultos esos chicos van a poder interpretar lo que pasa y también les va a servir”.

Un mal momento

“Viene hasta en un mal momento el cambio de sistema, porque la transición de color político de conducción del país, trajo como consecuencia la famosa grieta y todo eso, mucho desánimo, yo noto mucho desánimo, mucha irritabilidad, la sociedad está mucho más violenta, cualquier conflicto se resuelve de manera violenta”, afirmó López.

En relación al descrédito de la sociedad por sobre las instituciones apuntó que “Las instituciones hicieron mérito para perder crédito, la Justicia incluida. Esta no está acorde a los tiempos, es ineficaz totalmente. Acá hablamos de un cambio cultural, muy profundo”.

Además, remarcó que “Superficialmente van a tratar de que no se note, pero el problema va a estar. Cuando un hecho se cometa los primeros días y el tipo esté preso. En menos de 24 horas lo tiene que ver un juez y hacer una audiencia de control de detención. Eso es sala de audiencia, en eso se quedaron cortos, les faltó gestión, así como hicieron el edificio Judicial de Roca y el de Cipolletti que están por empezar la primera etapa, acá faltan no menos de 20 mil metros cuadrados”.

Según analizó, la decisión es política, “pero el Poder Judicial no tiene presupuesto para hacer un edificio, si el noventa por ciento se va en sueldos. Y si estuviera la plata yo esperaría ya que está, yo no lo largaría así, va a ser una especie de suicidio en masa, se va a caer el avión y ahí cae el Ministerio Público”.

Independencia vs sistema actual

“La ley del Concejo de la Magistratura también está fuera de tiempo, hay que modificarla y no la modifican, ahí te da la pauta de la indolencia y te diría la ignorancia que hay en la Legislatura”, disparó López y agregó “Lo que se está tratando es en el sistema acusatorio copiar una democracia republicana, que se caracteriza por la división de poderes, a pesar de que nosotros no la respetamos mucho. Hay una tendencia en nuestros países de que los Ejecutivos sean tan poderosos que se adueñan del Poder Judicial. Y pasa lo que pasó y quedó en evidencia. Jueces que son obedientes mientras el poder está fuerte y después se hacen los malos, el mismo rottweiler que vos tenés, después te come la mano”.

Juicio por jurados

El juicio por jurados entra dentro de la segunda etapa de aplicación del nuevo sistema y regirá a partir del año 2018, aunque intervendrán sólo en aquellos delitos que excedan las penas leves, por lo que su aplicación, será en una pequeña cantidad de casos. Los jurados, explica López “Trabajarán con un sistema de mayoría en donde deberán debatir cada una de los aspectos que componen una sentencia: ¿Existió el hecho? ¿Participó el imputado? ¿Es responsable por el hecho? Calificación legal y pena”.

Refirió que “En los lugares en los que está funcionando hay más condenas y con penas más altas” que las que se venían aplicando en promedio. “La gente mete condenas más duras, en general, quiere mano dura”.

EX FISCAL ASEGURA QUE “NO ESTAMOS PREPARADOS” PARA IMPLEMENTAR EL NUEVO CODIGO

En su visita a El Cordillerano, el ex fiscal Carlos López fundamentó sus temores acerca de la correcta implementación del nuevo Código Procesal Penal en la provincia de Rio Negro. Habló, entre otras cosas, de las carencias edilicias, de la falta de preparación de los eventuales investigadores y del cambio cultural que debe producirse puertas adentro de la Justicia.

 

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