Sara Rollano, la mujer que sería oriunda de Salta e intentó esconder un poco más de un kilo de cocaína continúa en calidad de incomunicada y el próximo lunes será indagada por la Justicia. Fuentes consultadas indicaron que cuenta con antecedentes y que ya había sido condenada por un delito similar.
En la jornada de ayer se conocieron detalles y novedades sobre el caso de la mujer que había sido internada, sindicada que de ser una presunta “mula”, y que había descartado –sin éxito- una gran cantidad de droga en un tacho de basura en el baño de la guardia del Hospital de Río Gallegos.
Se trata de Sara Rollano, que tiene domicilio en Salta, pero que no sería de allí, de 32 años, que en circunstancias muy extrañas le pidió a un colectivero bajar del micro cuando estaba en cercanías a Chimen Aike.
La mujer había sido internada en el Hospital Regional ya que, además de la droga que había escondido, se presumía que podría haber ingerido cápsulas de alguna sustancia prohibida. Las placas que le realizaron en su momento daban cuenta de unos bultos extraños en la zona de sus intestinos y podría tratarse de algún estupefaciente.
Por ello, los médicos con el fin de salvaguardar la vida de Rollano y recuperar las posibles cápsulas, determinaron darle suero y algunos medicamentos para acelerar sus deposiciones.
Desde el Hospital Regional indicaron a este medio que la mujer debería ir al baño al menos tres veces con el fin de descartar cualquier posibilidad de que llevera sustancias prohibidas en su interior.
En horas de la mañana de ayer, Rollano hizo sus necesidades por tercera vez y, finalmente, se supo que no tenía nada en su interior, pese a que algunas versiones decían que iba a ser sometida a una cirugía. Por esto, la mujer fue dada de alta luego de ser revisada, por última vez, por el médico policial de turno.
Debido a la falta de lugares para alojar mujeres, la Justicia Federal –magistrado que lleva adelante la causa que hasta el momento está caratulada como “traslado de estupefacientes”- dispuso que Rollano fuera trasladada a la delegación local de la Policía Federal, en la esquina de las calles Fagnano y Pasteur de nuestra ciudad capital.
La mujer fue alojada en uno de los calabozos y continuará en calidad de incomunicada, por lo menos, hasta el próximo lunes cuando sea trasladada a las oficinas del magistrado federal para ser indagada por las autoridades judiciales. Posteriormente, se determinará si continuará detenida o no.
Los antecedentes
En un principio se pensaba que Rollano era una pobre víctima, que habría tomado la decisión de ser una “mula”, ya que le faltaría el dinero y por eso se había arriesgado a traer droga al sur del país desde Salta. Lo cierto es que no, según fuentes consultadas por este medio, ella ya se vio involucrada en delitos similares hace años e incluso fue condenada.
En septiembre del 2010, Rollano fue detenida en un control a cargo de la Policía provincial de La Pampa, cuando se trasladaba en un colectivo de Mendoza a Ushuaia, situación parecida por la que fue demorada en la jornada del viernes.
En esa oportunidad, durante el control realizado en la ruta Nº 35, la Policía pampeana le secuestró a la mujer tres kilogramos de marihuana y tres kilogramos de cocaína.
Las tareas investigativas se extendieron rápidamente en Ushuaia donde se llevaron adelante una serie de allanamientos, siendo el más destacado en el domicilio de Rollano. En el inmueble de la calle Indios Yámanas al 1400 de la ciudad del fin del mundo, se secuestró una cantidad importante de elementos como teléfonos celulares, una PC y varias agendas.
Rollano es la concubina de un ex cabo de la Policía Provincial de Tierra del Fuego identificado como Walter Montero, quien se desempeñaba en la Comisaría Primera de Ushuaia, pero que fue desafectado de la fuerza debido a este delito.
De igual manera, lo que pasó en 2010 no habría sido suficiente para que esta pareja cese en su carrera delictual y continuaron traficando droga. Respecto de las investigaciones por el delito detectado el viernes, se supo que, por el momento no hay nuevas directivas desde la Justicia, aunque trascendió que el celular secuestrado de Rollano recibió llamadas de un número de Salta y otra de un número con la característica de Tierra del Fuego.
Por Martín Muñoz Quesada La Opinión Austral. Santa Cruz